domingo, 19 de mayo de 2019

El cerro Almodóvar (todavía) huele a campo


La convocatoria surgía del colectivo Cerro Almodóvar Verde, al que nos unimos sin dudarlo GRAMA y ARBA. El objetivo era de lo más digno: conocer y valorar los valores botánicos del cerro Almodóvar (Vallecas y Vicálvaro) y defenderlos de la barbarie del ladrillo. Allí fuimos, lo vimos y lo reivindicamos.

Más de una cuarentena de mentes inquietas y deseosas de tener sabiduría y un maestro de ceremonias de categoría: Rafa, uno de los mayores conocedores de la botánica del cerro. Ante nosotros la mole del cerro. A ojos de inexpertos no es más que un erial en la que se pasea el chucho, se monta en bici y se ejercita el cuerpo. Pero Rafa rápidamente nos hace ver la riqueza de todo esto: más de cuatrocientas especies de plantas catalogadas por un grupo de esforzados, capitaneados por Juanma "el ausente".

Y aquéllo está amenazado. Los crecimientos urbanísticos previstos en el sureste (Berrocales y Ahijones, con 27.000 viviendas planeadas). Herencia de los gobiernos municipales del PP, al actual equipo de Manuela Carmena le ha parecido bien continuar con este modelo de desarrollo rapiñador y poco sostenible. El cerro sería una isla entre hormigón y su riqueza botánica desaparecería en poco tiempo ante el pisoteo y los proyectos ñoños de algún paisajista.

La mañana ha discurrido entre olivardas, lenguas de buey, hinojos, cardos corredores, correhuelas, tomillos, amapolas, cardos yesqueros, jopos, orquídeas, quejigos, encinas, pinos piñoneros, salsolas, gallocrestas, salvias, tomillos, asteriscos, jaramagos, lenguas de buey, avenas, yantenes y una infinidad de más plantuchos que son un tesoro que hay que defender para su conservación. Volveremos las veces que hagan falta.

Ya en el bar, Darío declaró su amor incondicional a Antonio. El cerro todavía huele a campo. Y que siga.

Rafa (agarrando un jopo), Jaime (recién llegado de África subtropical) y las enormes manos de Darío
Escuchando al ilustrado

A los pies del cerro: planta de sepiolita y detrás, el terreno de Los Berrocales




domingo, 7 de abril de 2019

Valdilecha - Tielmes. Seguimos por la protección del Valle del Tajuña


Convocadas por el "quinteto" (ARBA, El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA, Jarama Vivo), unas cuarenta personas (y algún chucho) se dieron cita en Valdilecha para continuar reclamando la declaración del Valle del Tajuña como Parque Regional. Ni la lluvia, ni el viento, ni el frío evitaron que se llegara a Tielmes llevando el mensaje de que es necesaria la protección de esta comarca.

Las cosas pintaban mal desde primera hora. Todo parecía indicar que iba a llover de lo lindo. "Negras tormentas agitan los aires", comentaba Manolo; "nubes oscuras nos impiden ver", respondió Félix según oteaban el horizonte. Alguno no quería salir del bar. Hasta que Simón y Bea llamaron al orden y obligaron a que el personal se presentara en la plaza del pueblo para hacerse la foto de rigor. Raúl había traído (al fin) la pancarta y había que lucirla. El edificio del ayuntamiento (de dudosa arquitectura) lucía un escudo patrio (de dudosa constitucionalidad).

Y nada más salir (zás), la lluvia. El barro se iba haciendo pegajoso. Pero daba igual. Estas gentes están dispuestas a lo que las echen con tal de reivindicar la protección del Valle. Las encinas, coscojas, aladiernos, espartos, romeros, tomillos y jarillas estaban espléndidos, deseosos de ser reconocidos por los esforzados paseantes.

Subiendo y bajando vallejos, a lo lejos, conseguimos divisar Tielmes. El sol por fin se dignó a salir. Ávidos de sed y con los ojos llenos de naturaleza, nos encaminamos al bar de la piscina. Un grupillo, venido desde Aranjuez, comentaba que sí, que esta lucha la ganamos... que el Valle del Tajuña se defiende, sí o sí.

El deseo se hará realidad


Una bonita mañana para estrenar ponchos de lluvia

"Estos humanos están locos", amigo cánido


En el puente romano de Tielmes

Hay que ver lo que nos gusta atravesar barbechos

Maya incondicional

El hombre silvestre

El hombre silvestre (pero de Aranjuez)

El silvestre de verdad, rodeado de féminas

Las ordas

Vaya inconsciencia la de llevar a las niñas tan pequeñas a estos saraos. Así os saldrán de mayores.

domingo, 10 de marzo de 2019

Nuevo Baztán - Villar del Olmo. Seguimos pidiendo la protección del Valle del Tajuña


Una jornada más, casi 100 almas esforzadas (incluyendo a los cánidos), han acudido a la llamada de los grupos ecologistas madrileños para pedir la protección del Valle del Tajuña. Ya son muchos los caminos que hemos recorrido en estos años insistiendo en nuestra justa demanda. A cabezotas no nos ganan, ni Gobiernos Regionales sin falta de voluntad ni gestores de lo público desidiosos. Seguiremos a lo nuestro, porque sabemos que algún día lo conseguiremos. Seguro.

Son las 10,30 y los bares ya están atiborrados de ecologistas demandando café y tostada. Los perros son saludados con cariño y amor por Simón, jefe de los de ARBA. Es un apasionado del mundo canino y sus loas a perras, cánidos y dueños resuenan todavía en las tapias del Palacio de Nuevo Baztán.

Estamos la gente de siempre y alguno más. Cada vez lo vamos petando más. Hay que irse unos metros para atrás para que entremos todo el grupo en la foto frente a la iglesia de Nuevo Baztán. Esta vez no hay pancarta. Alguno la ha dejado colgada en el salón de su casa como decoración vanguardista y no la ha querido traer. Da igual, para la próxima marcha habrá una mejor y más bonita.

Los almendros están floridos. La hierba primaveral verdea todo el valle ante nuestra vista. Bea, la jefa de todos y todas, nos cuenta lo que hemos venido a hacer. Lucharemos sin descanso hasta que esto se declare Parque Regional, dice. El jefe arbero añade que solo vale el amor, la paz y la concordia en esta lucha. Pepito de ARBA y Antonio de GRAMA lloran de ilusión y se funden en un abrazo infinito.
"Bienaventurados quienes protegen el Tajuña porque de ellos es el reino de los cielos"

Poco a poco vamos introduciéndonos en el valle. En la umbría, los quejigos están todavía sin hoja pero aladiernos, coscojas y torviscos les alegran la existencia a sus recios troncos. La ruta es un poco anodina, ya que no nos perdemos, ni nos metemos por caminos caprinos, ni nos morimos de sed.

Villar del Olmo asoma a lo lejos. Sin dilación entramos en sus calles. Hay que sujetar a unos cuantos para que no se metan en el bar antes de hacernos la foto de rigor en la plaza del pueblo. Resuenan en las calles el grito de "¡¡Protección para el Valle del Tajuña!". Un visillo se descorre y se cierra una contraventana. Volveremos otro día, esta tierra nos gusta demasiado.

En Nuevo Baztán antes de salir. Todavía hay gente en el café.

Hay que bajar hacia el valle, no queda otra

Un camino lleno de peligros

Las hermanas

El charlas

sábado, 2 de febrero de 2019

Día de los humedales. Nada que celebrar en la Comunidad de Madrid



No por casualidad, hoy día de los humedales, un grupo de unas veinte personas convocadas por los grupos ecologistas Grama, Arba, Jarama Vivo, El Soto y Ecologistas en Accion hemos visitado la laguna del Aceite de Arganda para denunciar el abandono, la degradacion y la mala gestion de los humedales de la Comunidad de Madrid.

Enclavada en el paraje de la Esperilla, dentro del Parque Regoonal del Sureste  encontramos este  lugar cuya historia y el estado de degradación  en el que se encuentra, demuestran el abuso sistematico que se ha hecho del medio natural y la falta de sensibilidad ambiental por una parte de la sociedad.

En la Esperilla, además de la Laguna del Aceite, existe un conjunto de humedales dejados a la mano del destino, que acumulan vertidos, basura y abandono desde hace más de 20 años. La Comunidad de Madrid jamás ha invertido ni un euro en su recuperación. Y eso que estos humedales están dentro del Parque Regional del Sureste, uno de los espacios naturales de la región con mayor grado de protección.

Otros humedales en la región corren la misma suerte. Ni siquiera lagunas como la de Meco (una de las más importantes desde el punto de vista ornitológico de la región) tiene ninguna figura de protección ni, por tanto, tiene programas de medidas para su conservación.

Y es que la Consejería de Medio Ambiente, como en otros muchos temas que tengan que ver con la conservación, mira para otro lado... Esto no interesa, pues no hay negocios ni intereses económicos a los que servir. Así es el dogmatismo liberal de los que nos gestionan el medio ambiente.

Aún hay mucho que pelear para que espacios tan valiosos sean recuperados y puedan mantener un buen estado ambiental (osea, lo que marca la ley). Nosotros y nosotras seguiremos dando la vara para que así sea.


https://twitter.com/EeAmadrid/status/1091695723647827968?s=19


Así protege la Consejería de Medio Ambiente los humedales del Parque Regional del Sureste

Basura recogida en un ratillo

Explicando cómo recoger la basura de las lagunas de la Experilla y cómo plantar unos cuántos tarays