domingo, 10 de abril de 2016

En defensa de los caminos que unen pueblos


El Cordel de los Manchegos es una vía pecuaria que unía, por la vega del Jarama, los municipios de Titulcia con San Martín de la Vega y con Ciempozuelos. Durante cientos de años ha sido utilizado para trasladar el ganado e, igualmente, para unir a las gentes de estas poblaciones. Los tiempos modernos trajeron consigo nuevas formas de movilidad y coches y carreteras sustituyeron a vehículos de tración animal y a caminos públicos. A partir de este momento, éstos entraron en desuso y muchos de ellos fueron ocupados por todo el que pasaba por allí. A pesar de ser bienes inalienables, inembargables e imprescriptibles, de titularidad pública, miles de kilómetros de estas vías se han perdido en los últimos años en manos de delincuentes, en toda la Región.

El caso del Cordel de los Manchegos no iba a ser menos. En poco tiempo, la Gravera del Jarama, situada en la finca de la laguna de las Arriadas, en Ciempozuelos, sustrajo un buen cacho de esta vía pública. A pesar del flagrante delito, la Administración regional, en lugar de hacerles restituir el daño y abrir al público el trazado original, ha propuesto un trazado alternativo por una vía intransitable que discurre por el borde de la finca, entre caces de riego y junto a una carretera. En la práctica, para ir de Ciempozuelos o San Martín de la Vega a Titulcia, en bicicleta o andando, es imposible hacerlo si no se hace por carretera.
Gravera del Jarama. No solo ocupan el Cordel de los Manchegos sino también zonas donde no se permite la actividad minera.

Algo similar ha ocurrido con algunos agricultores, que conociendo la pasividad administrativa, han decidido ampliar su zona de cultivo usando el cordel. Para quien quiera recorrer la vía pecuaria por su trazado original, el resultado no es más que una especie de carrera de obstáculos, atravesando caces de riego, sembrados, vallados... Hasta las narices de esta situación, decenas de vecinos de los tres municipios han realizado varias marchas que, por segundo año, han confluido en la Huerta La Madre Vieja.
Cacera y cultivo en el trazado del Cordel de los Manchegos

Desde San Martín de la Vega ha salido lo más granado del movimiento ecologista local, aunque con ausencias lloradas de la casta como el Truchas y la Bicha. Durante el recorrido hemos sido ilustrados por el Abejorro de Gózquez de las singularidades de la enfermedad de la grafiosis en los olmos autóctonos. Un hongo foráneo, introducido en el árbol por un escarabajo barrenador, le produce al árbol un colapso en sus entrañas que, en pocos años, termina con él.

Junto a la depuradora de San Martín de la Vega, el Doctor Tajuñas ha disertado sobre la necesidad de adecuar la protección del territorio hacia las zonas de cuestas y yesos, ricas en endemismos botánicos, pero olvidadas en la gestión del Parque Regional. El Andarríos, metiendo baza, nos recordaba que, en coherencia con los objetivos del Parque, la agricultura de la zona debería adecuarse hacia modelos más sostenibles en el empleo de agua y fitosanitarios. La Jefa Ecologista no ha dicho nada, quizás porque estuviera pensando en su peluquero.
Junto a la depuradora
Un poco más allá y también más acá, hemos podido ver manchas amarillas entre las hierbas de los bordes de los cultivos, los bordes del camino e incluso en el interior de los canales de riego. Numerosos desaprensivos e inconscientes han fumigado con herbicida sin importarles los efectos que pudiera tener esto sobre el agua o sobre lo que están cultivando.

Canal de riego fumigado

Para llegar a la Huerta Vieja no había más que saltar una cacera, atravesar un cultivo, subir un terraplén... Menos mal que entre los que allí nos congregamos no había gentes débiles de espíritu ni sensibleros. Solo había gente decidida y con voluntad inquebrantable. En un plis estábamos en el lugar de encuentro con las otras marchas, abrazándonos y dando vítores por vernos los getuños. Comiendo un bocadillo de caballa (por haber saltado la valla), escuchamos a la representante de la plataforma Somos Vegas diciendo unas cuantas verdades sobre la situación del Cordel. Si esto no cambia, en no mucho tiempo, nos daremos cita de nuevo allí. (A Bea se la vio rogar a sus dioses domésticos para que esto no ocurra).

Sembrado ocupando el Cordel de los Manchegos


Ya solo quedaba volver. Decididos nos fuimos todos a Los Leones. Un grupo de chinos nos preguntaron por un señor flaco, enjuto, barbudo y bien hablado que en otras ocasiones parece ser que ha ido a ese bar. No supimos contestar.

Quien desee saber qué se habló y sucedió en el bar... que hubiera venido.
¡Trucha salvaGe, oeh, oeh, oeh!
En la Huerta Vieja, escuchando la lectura del comunicado

Darío (el de abajo) en su casa natal
 
La Jefa y el Abejorro

16 de abril de 2016. Homenaje a Nines Nieto. Compañera ecologista


martes, 15 de marzo de 2016

"Lobo vivo, lobo protegido". Manifestación en Madrid por la protección del Lobo Ibérico

Ignorancias, miedos, desconfianzas y supersticiones derivadas de las ignorancias, intereses, obtusismos y cerrazones. Muchos son los males que parecen endémicos de este país nuestro, y que cuando se enconan, se muestran ingobernables y de difícil solución. Ahí está el Lobo Ibérico, cazado y perseguido en la moderna Europa del siglo XXI.

A iniciativa de Lobo Marley y con la consigna “Lobo vivo, lobo protegido”, el pasado domingo día 13 de marzo se celebró la primera manifestación a nivel nacional pidiendo la declaración del Lobo Ibérico como especie protegida y el fin de su “control poblacional”, como si hubiera excedente…Mas de 200 asociaciones ecologistas y animalistas de toda España, Francia y Portugal, entre ellas GRAMA apoyaron y asistieron. Creo que todo un éxito; de asistencia (dicen que sobre unos 20.000 aunque algunos menos seríamos) de organización y de presencia en medios.


Algunos piensan que puede ser peor, que si el lobo se protege por ley, las reacciones de los sectores contrarios pueden ser más virulentas y que se tomarán de forma más violenta “su justicia” por su mano, ¿más todavía?. No hay que olvidar que cada año nuestro país concede entorno a 200 licencias para abatir al lobo, cobijadas desde las diferentes administraciones. A esto hay que añadir los atropellos, muertes naturales y furtivismo. A este ritmo la población existente dejará de ser viable a no mucho tardar. Su fundamento es un censo poblacional muy alejado de la realidad publicado por El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que arroja una cifra de 2.000 lobos en España, elaborado sin demasiada base científica ni trabajo de campo. Como muestra, frente a la cifra de 95-100 ejemplares que sitúan en la zona centro, un estudio realizado con cámaras de fototrampeo y recogida de huellas y rastros contabiliza unos 40 ejemplares en la misma zona.



Parece claro que no hay tanto lobo como dicen, por lo que no puede ser más urgente la realización de un censo real para saber si lo que se está produciendo es un control poblacional o una extinción programada y deliberada.

El 13 de marzo, se hizo ruido, se aulló y se mostró el descontento de un sector de la población muy harto de que se esquilme y dinamite su patrimonio natural. 36 carteles con 36 lobos muertos a tiros en diferentes provincias españolas integraban la marcha fúnebre que iniciaba la manifestación. De momento en Zamora, hace escasos días, se han vuelto a subastar otros ocho, que correrán la misma suerte que los 36 de los carteles y que muchos otros, la mayoría abatidos por esa figura tan genuinamente española, el inextinguible señorito, capaz de pagar casi 6.000 euros por darse el gusto, y enfrentarse a la naturaleza en condiciones de tanta igualdad.



Aunque los ataques al lobo seguirán existiendo, la declaración del Lobo Ibérico como especie protegida los situará fuera de la legalidad, un hecho a perseguir y castigar, algo que un país desarrollado, moderno y avanzado como aspira a ser el nuestro, no debería ni cuestionar.

Frente a los que sitúan al Lobo como el problema de los males ganaderos y del mundo rural en general, existe la circunstancia más paradójica de este asunto: Zamora, la provincia con más lobos de España y con la cabaña ovina más numerosa, es la región con menos ataques de lobo al ganado.
A buen entendedor…





domingo, 13 de marzo de 2016

Segundo paseo por el Valle del Tajuña. De Orusco a Carabaña

El sábado 12 de marzo volvimos a pasear por el Valle del Tajuña. La idea era reivindicar, de nuevo, el interés naturalístico de la zona e insistir en la necesidad de proteger el valle. En la actualidad solo cuenta con un ZEC, que se restringe al cauce del río, por lo que las laderas que albergan importantes valores no están protegidas.


 Casi 70 personas peregrinamos a media ladera entre Orusco, donde fue a despedirnos su alcalde, y Carabaña. Contemplamos preciosos paisajes, reconocimos animales y plantas interesantes  y nos informamos de curiosidades varias gracias a las sabias explicaciones de la sección "trucha salvaje" y algún otro morador del valle con conocimiento de causa.

El valle del Tajuña es especialmente rico en agua (dicen los expertos), diversas surgencias aparecen aquí y allá en el valle, procedentes de un acuífero, que fue alterado por proyectos urbanísticos, lo que afectó al caudal de agua de algunos de los manantiales. Como por ejemplo en la Fuente Juncal, dónde se destrozó el manantial y se eliminó la red de acequias de tiempos de maricastaña. Ahora todo el agua brota por el fondo del arroyo Juncal, y las tierras de huerta que se encuentran a mayor cota, no se pueden regar. Más información sobre las fuentes que no manan en este video.



A lo largo del paseo nos explicaron la riqueza en especies vegetales difíciles de encontrar en otros lugares, como el espantalobos, el azafrán de Sierra Nevada y animales tan curiosos como el eslizón común.

http://javiergrijalbo.blogspot.com.es/2011/02/vertientes-del-rio-tajuna-orusco-madrid.html



El día fue soleado y agradable por lo que pudimos ir disfrutando del paisaje de todo el valle, visualizando la amplitud de lo que debería ser la nueva zona protegida.

Al llegar a Carabaña encontramos unos afloramientos yesíferos con vegetación especialmente adaptada a esta litología. Los expertos comentaron sus valores.


El problema urbanístico más grave que nos explicaron es debido a la gran cantidad de vivienda que se han construído en zona de huerta, fuera de ordenación urbana y sin las mínimas redes de abastencimiento y alcantarillado.

Ya en el pueblo de Carabaña aprovechamos para denunciar, una vez más, la ocupación del río que han hecho Rodrigo Rato y Cabrera, políticos eminentes del PP. Ambos han ampliado sus fincas apropiándose de terrenos públicos y construyendo escolleras y protecciones en las márgenes del río, que actualmente se encuentra protegido, como ZEC llamado "Vegas, Cuestas y Páramos del Sureste de Madrid".


Cada vez somos más los que apoyamos la iniciativa:


domingo, 21 de febrero de 2016

Polvareda en el Tajuña. Paseo entre Pezuela y Ambite



No se trataba de protestar contra nadie, ni de de denunciar nada en concreto, ni de dirigir nuestras miradas a ningún lugar de postal... La única intención era la de hacer camino, la de meter la botas en la tierra y crear polvareda... Una polvareda de pequeño tamaño, que vaya creciendo y que al final consiga verse en el horizonte desde cualquier punto del valle... Se trata de comenzar a difundir, a crear movimiento, a generar expectativas entre la gente, a dar a conocer el único valle del sur de Madrid con una configuración rural y que no ha sido arrasada por la fiebre urbanizadora (aunque intentos ha habido)... Un valle que se conserva su autenticidad y su naturalidad y que merece la pena batirse el cobre por él. Tenemos una intención ambiciosa: que se proteja formalmente el sector madrileño del valle del Tajuña..., pero para ello antes hay que generar masa social, dar a conocer y armar polvareda.

En un lugar entre Pezuela de las Torres y Ambite se han juntado una cincuentena de personas ávidas y deseosas de conocer el valle. Dos pertenecientes a la casta ecologista madrileña les dan la bienvenida y les explican por qué narices estamos allí y por qué madrugamos un domingo por la mañana. Nada del otro jueves, salvo porque entre los presentes hay un grupo de sabios doctores que nos pueden hacer comprender algunos de los valores que encierra este valle.

Juanma el Individuo es uno de las cinco personas que hay en el mundo que mejor conocen la vegetación del Tajuña. Sus estudios han sido publicados en 20 idiomas, incluido el sánscrito. Por él aprendemos algunos secretos de las comunidades vegetales de la zona. Coscojares y encinares en los valles más soleados; quejigares espesos buscando la sombra; plantaciones densas de pino que no pintan un pimiento, más pobres y menos lozanas; comunidades de matorral mediterráneo, diverso y castizo; poblaciones de plantas ligadas a los yesos, que viven en condiciones extremas y que aportan una de las mayores diversidades de toda la región.
Juanma, explicando matojos
Si hay hay tanta diversidad ¿no habría que proteger aquéllo? Claro, pero resulta (según cuenta la Doctora Beatriz) que existen multitud de lugares en los que viven endemismos o comunidades botánicas del copón y que no gozan de ninguna garantía legal de conservación. La Doctora tiene un plan junto al Abejorro de Gózquez: la de proponer micro-reservas botánicas para que algún gobierno con mínima sensibilidad lo pueda aprobar. Veremos qué ocurre. Manos a la obra.
Doctora Beatriz, explicando micro-reservas

Grijalbo ha madrugado para oir el canto de la totovía. Tiene la virtud de que antes de ver a una especie de ave, la piensa. Hace callar al personal, levanta un dedo y anuncia la presencia de un águila perdicera. Allá vuela. ¿Queréis buitres? Pues ahí tenéis un par de docenas. El Tajuña, por su variedad en ecotonos es un gran escenario para identificar avifauna. Dos cormoranes, desde un chopo ribereño, nos miran con cara interrogante ¿Alguien da más?

El río constreñido
¿Y otra fauna en el Tajuña? La nutria, claro. Sus aguas tienen alimento y calidad contrastada. ¿Y trucha salvaGe? En tiempos las hubo; truchas como brazos de largas... Juanma se emociona y llora en los brazos de Raúl.

El río serpentea entre cultivos de cereal, con un trazado divagante y caprichoso. Sus aguas bajan, lentas, hacia el Jarama. Desde la construcción, en su cabecera Guadalajareña, de la presa de la Tajera, al río Tajuña no le llegan avenidas considerables y sus aguas han dejado de anegar sus terrazas próximas. Por eso se ha constreñido su curso y su ribera está desconectada, a unos 3 ó 4 metros, del cauce. Largas choperas continuas nos marcan el recorrido del cauce. Junto a los lombardos crecen algunas saucedas, carrizos y, aquí y allí, nogueras de alguna huerta del pasado.

El camino se corta tras una valla: fincas privadas por todos lados que impiden conocer los frondosos bosques de las terrazas superiores del valle; fincas cinegéticas con vallados que no dejan cruzar libremente a la fauna; valles que no dejan conocer qué ocurre tras sus alambres.

De vuelta, Ambite nos ofrece tres cosas: una: la encina centenaria, que nació, cuandro Cristo perdió el metrobús, de una bellota regada con las lágrimas de una princesa (Pepito, que es de aquella época dice que la leyenda no se ajusta a la realidad); dos, una urbanización que es un atentado al buen gusto, al sentido común y al medio ambiente; y tres, cervezas y un lugar donde remorar batallas pasadas y futuras.

Volveremos..., no te lo pierdas.

Próxima actividad: 12 de marzo. Orusco.

¡Trucha SalvaGe, oeh, oeh, oeh!

La encina de Ambite
Escarpes yesíferos

Pin y Pon


Aladierno (Rhamnus alaternus)



domingo, 14 de febrero de 2016

Por la conservación del patrimonio de la Guerra Civil en el Parque del Sureste

 
Un incendio se llevó por delante, a finales de julio de 2015, unas cuantas hectáreas de pinos y matorral del Cerro de Coberteras, en Rivas Vaciamadrid, en una de las zonas valiosas del Parque Regional del Sureste. Un cambio repentino del viento y los medios aéreos de extinción, evitaron que el fuego arrasara una de las principales masas forestales de la zona. Pero cuando parecía que lo peor había pasado, llegaron las actuaciones de "restauración" de la zona quemada y arrasaron con todo aquello que no había sido pasto de las llamas.

La maquinaria pesada utilizada para llevarse la madera muerta y otras actuaciones de acondicionamiento del terreno han provocado daños irreparables en los restos de patrimonio histórico-cultural de la Guerra Civil presentes en el cerro. Cientos de metros de trincheras y otras construcciones militares de la batalla y frente del Jarama han desaparecido bajo las maquinas. Ningún responsable en la gestión del espacio protegido ni ningún responsable en la gestión del patrimonio les importó que los restos militares de la contienda del año 36 estuvieran protegidos bajo la Ley de Patrimonio de la Guerra Civil e inventariados por el Ayuntamiento de Rivas.

Aspecto de las mismas trincheras del Cerro de Coberteras antes del incendio y después de las actuaciones de restauración. Fotos: Grupo de Investigadores del Parque Lineal del Manzanares

Convocados por un puñado de entidades de defensa del patrimonio y otro puñado de entidades defensores de la naturaleza, cerca de un centenar de bípedos (acompañados de unos cuantos cuadrúpedos cánidos) nos citamos bajo el Cerro de Coberteras para mostrar nuestro rechazo a estas lamentables actuaciones. El tiempo no estaba para bromas, lo mismo que el personal. Negras tormentas agitan los aires, comentó uno que por allí estaba.

Los representantes de las entidades defensoras del patrimonio histórico nos contaron la barbarie de la actuación realizada por la Comunidad de Madrid, sus terribles consecuencias y las denuncias que han puesto en varias instancias regionales. Las obras se han parado, hasta que se valore la situación. A buenas horas mangas verdes...

Los representantes de las entidades defensoras del patrimonio natural nos contaron lo inadecuado de actuar en la zona quemada para intentar reforestarlo, ya que suele tener efectos contarios a los perseguidos. Puede comprobarse en las zonas quemadas años atrás en La Marañosa y que no tuvieron intervención humana: el bosque se ha regenerado rápido, diverso y denso; allí donde se reforestó, el bosque va lento, pobre y sin alma.

"¿Pero por qué actuar si el bosque mediterráneo está acostumbrado a regenerarse tras un incendio? ¿Tendrá que ver con el negocio que se mueve con actuaciones forestales?", preguntan entre el público.  El que allí habla no puede contestar categoricamente, pero le viene a la mente las decenas de trabajos forestales realizados en el Parque del Sureste que han significado cientos de miles de euros de dinero público despilfarrados, en repoblaciones donde no ha sobrevivido ni el 5% de la planta. Los ejemplos son muchos: Velilla de San Antonio, Rivas, San Martín de la Vega, Aranjuez, Valdemoro...

Allí mismo, donde están, se levanta un cementerio de protectores de árboles, que no tienen nada que proteger porque casi la totalidad de lo que se plantó en el Soto de las Juntas está muerto. Falta de mantenimiento, especies inapropiadas, plantaciones fuera de calendario, desidia... pero eso sí, mucho dinero movido y repartido entre varias empresas. La Consejería de Medio Ambiente no ha querido informar sobre estos casos, no sabemos si porque hay algo que esconder.

Terminadas las intervenciones los que allí están ya no saben si son defensores del patrimonio cultural o defensores del patrimonio natural: son defensores del patrimonio, sin apellidos. El patrimonio es de todos, las administraciones tienen el deber de conservarlo y dejarlo intacto para que las futuras generaciones puedan contar con él. Se ve que hay gente en la Administración Regional que no se entera.

Llueve y ventea con rabia. Un protector de árboles se lo lleva el viento.

Defensores del patrimonio natural, histórico, cultural y artístico
Cementerio de protectores. Al fondo el cerro de Coberteras
Cerro de Cobertereas desde la laguna de las Juntas. Puede apreciarse las "cicatrices" abiertas por la maquinaria tras el incendio
Qué hay detrás de la conservación
La Casta, mano a mano
Fortín del frente del Jarama, bajo las aguas del río

domingo, 31 de enero de 2016

Basura y escombros en las lagunas de Arganda



La laguna de la Playa Atómica fue en los años 90 un ejemplo de permisividad de actividades ilegales por parte de la Administración Regional. Durante dos años se realizó sin mayor problema, un negocio de motos acuáticas en un espacio que debía destinarse a la conservación. Antes y después de esto fue destino de centenares de toneladas de escombro que todavía es fácil de ver en todo el perímetro de la finca. Hoy, es un paraje donde pescadores sin concienca depositan su basura sin que a nadie le importe ni les oportune..., a pesar de estar en un humedal de uno de los espacios protegidos de la Comunidad de Madrid.

Las palabras sabias son escuchadas con atención
Un año más nos dimos cita "el quinteto" de ecologistas tozudos (ARBA, El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo) en esta laguna, situada junto a la Laguna del Aceite. Hace un sol y una temperatura impropias de esta época del año. El suelo está reseco, duro y polvoriento, como el pellejo del bueno de Simón. Este prohombre del ecologismo madrileño alecciona al personal sobre lo inapropiado de hacer plantaciones en estas circunstancias metereológicas y nos enseña, con rigor y didáctica, a hacer esquejes de tarays y sauces para ser "pinchados" en las cercanías de la lámina de agua. Unos pocos se dedicarán a plantar esquejes y el resto a ejercer de eco-basureros.

Los congregados se meten el codo por coger cuanto antes bolsas y guantes, con los que limpiar los residuos de estos pescadores sin mente. La actividad es frenética. No hay quien no baje el espinazo para recoger todo lo imaginable: sillas, pañales, botellas y latas de cerveza, latas de maíz, un cacho de caña de pescar, una piscina hinchable, una trucha salvaGe salvada de la barbacoa, hierros, cazos, zapatillas, truños de plástico, juntas de culata, cartuchos, un bote de pepinillos en vinagre y cien guarrerías más que no podemos reproducir aquí. Los que están son voluntariosos, válidos y capaces, pero todos echan en falta a Pepito, recuperándose de la batalla...

Verificando al cormorán cadaver
Un ojo avizor encuentra un cormorán muerto. Suerte que allí estaba Pancromo, veterinario sin fronteras, que le echa un vistazo y nos da su diagnóstico: "le han calzado un tiro en el ala y ha dejado seco al bicho. No llevará muerto más de 24 horas". Se da aviso a la autoridad competente, pero por allí no aparece nadie ni con autoridad ni competente que se haga cargo de lo ocurrido con el pobre ave (especie no cinegética cazada en un humedal de un espacio protegido).

Una pareja de tres, que conversan más que curran, hablan de la necesidad de que la Consejería de Medio Ambiente haga acciones urgentes en los humedales del Sureste y más en concreto en los de esta zona, La Esperilla. Según dicen (y va a ser verdad) se van muchos miles de euros en actuaciones en lugares que están bien conservados y mientras el resto está sumido al olvido y a la degradación. Comentan que en la laguna del Aceite se van gastar varios millones para ser limpiada y restaurada, pero que con un poquito más, bien se podría adecentar todo el entorno... El trío se aleja cabizbajo. Uno recuerda la laguna de Casasola recientemente incenciada y roturada; otro le replica que en Velilla están muriendo cientos de peces porque no se gestionan las lagunas; el tercero recoge un cacho de uralita de suelo y blasfema contra la autoridad.

Queda acercarse a la laguna del Aceite. Ya sabemos el aspecto de ciencia-ficción del paraje y del olor que desprende. Pero hay cambios en el panorama. Se están llevando el aceite, que es bombeado a camiones cisterna que se lo llevan a incinerar a no se sabe dónde. "Es trasladar el problema que aquí tenemos para que se lo traguen los pulmones de otros", comenta una lengua afilada. "La Administración se niega a decir cuál es el destino de todo esto..., aunque todo parece que se lo llevan a La Sagra toledana".
Laguna del Aceite.

Algunos, al ver que se están llevando el chapapote, recordaron a la anterior Directora General de Gedesma, Nerea Alzola, que dijo años atrás, públicamente en esta misma laguna, que ese aceite no se podía retirar en camiones porque era tan ácido que rompería las cisternas (para saber más sobre esta honorable mujer, pincha aquí, no te lo pierdas). Una de tantas mentiras y engaños que la Administración ha contado sobre este sitio... ¡y las que nos quedan por oir!

Buscando un bar donde refrescar la garganta nos alejamos de este no-lugar. Un poblado de infraviviendas se levanta junto a otra laguna protegida... Continuará... (porque es una historia sin final a la vista).
Foto de familia de los congregados

Esforzadas quitadoras de truños

Esquejando

Escombro depositado en la orilla de la Playa Atómica

Más escombro

Escombro y basura en el fondo
Amianto (Uralita), procedente del negocio de las motos acuáticas

Confraternizados por la basura

Infraviviendas junto a la laguna de La Esperilla