Y después de estas emocionantes y “esperanzadoras”
elecciones, por fin me he decidido a escribiros esta segunda entrega de la
trilogía de “Jara y bozal”, para taparles la boca a esos señores y señoras, que
se empeñan en llevar una escopeta en la mano por nuestros montes, y
dispararle a lo que les da la gana. Y
encima te dicen que es un derecho, un deporte y casi algo comparable a una experiencia
mística...
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Volviendo tras una jornada haciendo deporte, en sano contacto con la naturaleza |
Pues bien, escribo esta segunda parte de la trilogía para
describirle a todo el que lo quiera leer, como es una escena de caza en la
España actual, ya que puede haber alguno que habiendo leído a Unamuno se piense
que el cazador es un ser meticuloso y paciente que va por el campo con su perro
siguiendo el rastro de su presa, hasta que en una mezcla de ingenio,
perseverancia y suerte, consigue encontrarla y darle caza, para echarla al
puchero y dar un festín en su casa.
Os pongo en situación de lo que sería una escena de caza
habitual:
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6 de la mañana: los cazadores (suelen ser todos
hombres, aunque cuentan que la paridad está llegando también al mundo de la
caza y también hay cazadoras), se reúnen en algún punto de encuentro, llámalo
bar, para tomarse algo que entone el cuerpo, ya que como es sabido por todos
los cazadores, un buen lingotazo mejora la pericia del buen cazador. Es tan
buena la mezcla de alcohol y armas que muchos se llevan su petaca al campo para
estar bien borrachos cuando sale la presa en cuestión, ya que es así como mejor
se dispara.
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8 de la mañana: supongamos que es una montería,
en este caso el coto de caza se habrá llenado de perros con ganas de sangre,
que recorren el campo en busca de jabalíes, corzos, ciervos y todo ser viviente
que halla por el coto. El coto suele estar vallado, por lo que los animales
antes o después pasarán por delante de alguno de los puestos, donde se
encuentran los aguerridos cazadores con su rifle en mano, por lo que antes o
después acabarán matando algo. Es casi mas una cuestión de probabilidad que de
destreza. Por cierto, muchos de esos perros que se han soltado para hacer salir
a los animales a lugares visibles, se quedarán por el campo, formarán manadas y
se asilvestrarán, provocando muertes al ganado de las zonas circundantes, de
las cuales se hará culpable al lobo (se encuentre o no por allí, aunque desde
luego si aparece durante una montería nadie dudará en disparar sobre un animal
tan dañino).
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"Noble" caza de jabalí con perros |
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11 de la mañana: el sol empieza a apretar, es
hora de llevar a todos los que se han sufrido un disparo por equivocación a un
médico de confianza, (esto quiere decir que no lo ponga en conocimiento de las
autoridades, como debe hacerse con todas las heridas causadas por arma de
fuego), hacerse fotos con los animales muertos (algunos hasta se fotografían
con los genitales de los animales abatidos -ver artículo anterior-) y empezar
la sección de carnicería, esto es arrancar cabezas, colmillos y todo aquello
que se quiera inmortalizar en el salón de alguna casa campo con buen gusto. Algunas
veces, hasta se aprovecha la carne, y se llevan los animales muertos al lugar
donde se realizará el ágape típico en esta clase de eventos.
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14:00: todos los cazadores están ya en la casa
donde se va a realizar la comida, es tiempo de beber y comer como si no hubiera
un mañana, enseñarse las fotos con los animales que han cazado, preguntar si
esa parcela del pueblo llámalo X se va a recalificar, o si tal contrato público
se lo va a quedar tu primo o el mio. Los momentos de euforia varonil como este
son bien aprovechados para embarcarse en proyectos de este calado, no hay mas
que ver las parejas de baile de muchas cacerías.
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17:00-20:00: esto ya varía mucho dependiendo de
cada uno, están los que hacen comida-cena, los que se van antes para volver a
su ciudad por la noche, los que van en busca de efemérides. Esto ya es muy
personal.
Se preguntarán ustedes cómo sé esto sin ser cazador. Hay un
periodo entre las 14:00 y las 17:00 en el que si han cogido los animales
muertos, y los quieren consumir, llaman a un veterinario para que tome muestras
de la carne a consumir. El veterinario suele llegar a una hora en la que todos
van como cubas, y no se cortan en hacer el más grotesco e inconveniente de los
comentarios, sin darse cuenta de que el veterinario va allí para trabajar, no
para tomarse algo con ellos, y muchas veces muy a su pesar.
Como ciudadano, creo que toda institución, organización,
persona etc. que reciba dinero público debe estar sometida a la mayor de las
transparencias y vigilancia, y si se ha dado algún caso en el que el dinero que
se dio para un uso no se utilizó para eso, sea en el ámbito ecologista o el que
sea, me parece repudiable. Pero decir que se dedican ingentes cantidades de
dinero a subvencionar a ONGs que velan por la salud de nuestro medioambiente y
que las personas que están en estas asociaciones viven a cuerpo de rey, es
totalmente falso. Pero prefiero a arriesgarme un proyecto con fines
medioambientales, que es algo bueno en sí mismo y que algún cara dura pueda
aprovecharse, ante lo cual hay que estar vigilante, que dar un solo euro de las
arcas públicas a favorecer estampas tan cotidianas como la relatada en este
artículo.
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DVD para promocionar la caza entre el público escolar entre 7 y 12 años, subvencionando por la Junta de Castilla y León |
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Recibiendo una educación de respeto al medio ambiente y a los animales |
Pan-cromo