domingo, 1 de diciembre de 2013

PLANTACIÓN EN EL ENTORNO DE LA LAGUNA DEL ACEITE

Cierra los ojos. Imagina un espacio natural protegido. Un espacio lleno de lagunas y plagado de aves acuáticas; un sitio atravesado por los más importantes ríos de una provincia; un lugar que está protegido por las más importantes normas a nivel europeo y regional... ¿Has pensado en un lugar bonito, al que dan ganas de ir? Seguro que sí. Pero fijo que no estabas pensando el Parque Regional del Sureste.

Vuelve a cerrar los ojos. Imagina un lugar lleno de basura, lleno de escombros, de industrias desmanteladas...; un sitio donde rodar una película de miedo... o quizás donde echar el cuerpo de tu suegra si algún día acabas con ella..., una comarca que se asemeje a Mordor... ¿Cómo es ese lugar? Esta vez has dado en el clavo, estabas pensando en el Parque del Sureste: ese espacio protegido de Madrid, donde las aves abundan, cruzado por el Manzanares y el Jarama, declarado espacio de la Red Natura 2000... y donde la impunidad, el abandono, la falta de gestión y la sinvergonzonería son sus señas de identidad.
Algunos de los esforzados en el paraíso natural

Con un día soleado y frío, unos 40 valerosos y valerosas han decidido pasar la mañana del domingo plantando fresnos y tarays en una laguna junto a la famosa balsa del Aceite, en Arganda del Rey. Dicen que vienen a reivindicar que aquello se limpie de una vez por todas; que el consejero Borja Sarasola deje de marear la perdiz y cumpla con sus obligaciones; que aquéllo, aunque no lo parezca, es un lugar destinado a la conservación de los valores naturales y que no puede permitirse que la mierda, la basura y los escombros ocupen el horizonte allá donde mires; que vaya panda de gobernantes de pacotilla quienes consienten que esto siga así, después de casi 20 años de estar supuestamente protegido... (esto lo decía la gente, no es que lo diga yo, no os vayáis a creer que yo voy a pensar estas cosas...).

Se han dirigido a la laguna que una vez se llamó "La Playa Atómica". A finales de los 90 hubo un negocio de motos acuáticas que no prosperó. Pero sí tuvieron más éxito los camiones que vertieron escombros durante años al interior. Hoy ya no hay ni motos acuáticas, ni camiones vertiendo: tan solo unos pocos de pescadores, un par de somormujos despistados y mucha mierda.

"Jo, cómo curro, ¿eh?"
Mientras los más esforzados se afanaban a romper el suelo duro para apañar un buen agujero para los plantones, otro grupo recogía botellas, botes, plásticos, escombros y todo aquéllo echado alguna vez por una mano despreocupada. En un periquete han sacado más de 25 bolsones. Y si hubiesen llevado más bolsas hubieran llenado todas las del mundo. Aquéllo fue un no parar.


Los neófitos en el Parque del Sureste creían que ya habían visto todo lo malo. Pero les estaba reservada una visita final a la balsa del Aceite. "¿Y decís que esto es un espacio natural protegido? No, si a este paso Valdemingómez también lo será". Pues sí señora, Valdemingómez también. Así es el Parque del Sureste... mientras no lo remedie alguien... mientras nos sigan gobernando los que nos gobiernan...

Lo que sí sabemos es que no nos cansaremos de volver por allí las veces que hagan falta y de exigir al Borja sus compromisos y sus obligaciones. Volveremos, seguro.
Trabajo en equipo: "¡¡¡Pica más fuerte y más hondo!!!"



¿Quién les ha comprado los guantes a éstos?
Así no nos va a tomar en serio el Borja ése, nunca jamás.
Vista general de la zona de la plantación.
La laguna del chapapote
La laguna del chapapote 2



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